Por KARINA ZUKER
No es una novedad escuchar que el tiempo pasa volando, que en general la
mayoría de las personas afirman “no tener tiempo suficiente” para muchas cosas,
que es mucha la demanda de nuestra atención hacia los diferentes roles que
elegimos desempeñar o que nos toca desenvolver. Profesionistas, hijos, padres,
hermanos, amigos, novios, esposos, líderes, guías, colégas…
En ocasiones un mismo rol implica varias y diferentes responsabilidades. En
otras pueden ser muchas las áreas de nuestro interés, varios los hobbies o
talentos, inquietudes o pasiones que desearíamos desenvolver o poner en
práctica. Pero los días parecen ser demasiado cortos y absorbentes de este
preciado factor llamado TIEMPO.
¿Qué podemos hacer para enfocarnos? ¿Cuáles son algunos de los principales
elementos a considerar para TERMINAR aquello que INICIAMOS?
En esta ocasión vamos a considerar ocho PUNTOS que debemos tomar en cuenta si
queremos que hoy y por lo tanto cada día de nuestra vida cobren sentido,
logrando estar mucho más enfocados y por lo que tanto todo fluya al ritmo que
verdaderamente deseamos.
1- Identifica lo esencial: ¿Pero qué es lo esencial? Es aquello
que tiene un VALOR, de hecho son nuestros VALORES, es lo importante, lo que le
da un SENTIDO a nuestra vida. Lo que para nosotros tiene un significado
relevante. ¿Cuáles son nuestras prioridades?
2- Identifica el resto: Puedes hacer una lista de todos tus
pendientes y luego dividirla en lo ESENCIAL y en el RESTO. Habrán muchas “cosas
por hacer” pero no son necesariamente esenciales.
3- Información: Es todo aquello a lo que estamos expuestos durante
la jornada. Televisión, Internet, radio, libros, inclusive conversaciones con
terceros. ¿Nos exponemos a fuentes de información o intercambiamos información
con otros, que vaya en línea con lo que hemos identificado como ESENCIAL? O por
el contrario, la mayoría de la información a la que decidimos accesar tiene que
ver con el RESTO (lo que no es esencial para nosotros)?
4- Interpretación: Nuestro sistema de creencias consciente o
inconscientemente traduce esta información en relevante o menos relevante.
Nuestras creencias se convierten en una especie de filtro que hace que
interpretemos como bueno o malo, interesante o aburrido, posible o imposible
cada una de las situaciones o retos a los que nos enfrentamos día a día.
5- Intuición: La intuición es esa percepción inmediata de una
determinada idea. Hay quienes en cambio, se dejan llevan por el parecer de
terceros que no tiene nada que ver con su propia intuición. Saber escuchar a
nuestro cuerpo, nuestro verdadero yo, a la voz interna que nos permite “sin
pensar” comprender lo que estamos viviendo o estamos a punto de vivir, se
convierte en una herramienta poderosísima siempre está ahí como parte de nuestra
sabiduría interior, esa nunca se equivoca sea cual sea el aparente
resultado.
6- Intención: ¿Estamos determinados a llevar a cabo eso que para
nosotros tiene un valor? ¿Sabemos poner en marcha a la voluntad hacia nuestros
sueños? ¿Al iniciar el día, tenemos una mínima idea de lo que pretendemos llevar
a cabo o hacia dónde nos estamos dirigiendo? ¿Cómo puedo tomar decisiones de
CALIDAD? Estas son algunas de las preguntas que podemos hacernos para definir
cada día la INTENCIÓN que este tiene.
7- Iniciativa: Luego de aclararnos lo anterior necesitamos pasar a
la ACCIÓN. La INICIATIVA es poner en marcha nuestro proyecto, es aterrizar,
concretar, generar lo que sí está en nuestras manos llevar a cabo.
8- Influencia: Cada uno con nuestro “granito de arena” deseándolo
o no, estamos influenciando e impactando continuamente todo nuestro entorno. La
intención es influenciar cada uno en su rol o diferentes roles de manera
propositiva: construyendo, aportando, sumando, contribuyendo, facilitando,
compartiendo, ayudando a que el mundo como un elemento vivo y todo cuanto hay en
él progrese y evolucione.
De ahí que nuestra tarea primordial sea empezar con nosotros mismos
identificando lo esencial y luego el resto.
¡Manos a la obra!
No hay comentarios:
Publicar un comentario